En este momento, son las 5:54 pm, del día domingo 1ero de agosto de 2021. Faltan pocos minutos para que cierren las casillas de la Consulta Ciudadana, en donde se les preguntó a los mexicanos –palabras más, palabras menos-, si aceptan o no que sean sometidos a la ley, políticos por hechos del pasado.
El resultado no lo sé y no tengo idea si este lunes –día de publicación de mi artículo- para el momento que usted esté leyéndolo, ya existan números que indiquen cuántos votaron por el sí, cuántos por el no y cuántos votos nulos, en la Consulta Ciudadana.
A pesar de este desconocimiento, me atrevo a mencionarle lo que yo pienso que serán éxitos y fracasos de la Consulta, con la idea de que la conversación pública se nutra y se puedan escuchar y leer más voces en el tema.
Tres fracasos de la Consulta.
Tres éxitos de la consulta.
Si usted lo observa, en su historia, López Obrador es el héroe que lucha contra los conservadores que desean derrocarlo, y si lo piensa aún más, a pesar de la derrota numérica que tendrá en la Consulta, le alcanzará perfectamente para alimentar una idea: “Ya ven, se los dije, el INE y los conservadores nos bloquearon, nos hicieron el desaire para que la gente no saliera a votar. Se los dije, son ellos, la Mafia del Poder, los que no quieren que el pueblo sea quien decida”.
Con todo esto, su historia política quedará intacta, pero además está siendo reforzada con el propio discurso de sus opositores que, en realidad, no tienen ningún discurso diferenciador.
Me parece que hay más éxitos y fracasos con la Consulta. Seguramente usted podría mencionar algunos más, pero me quedo con tres y tres, para que los recuerde con facilidad.
En lo personal, no salí a votar, porque esta Consulta me pareció un vil engaño para la gente, a pesar de que la “figura teórica” de la Consulta Ciudadana” me gusta, porque la gente puede ir tomando parte en las decisiones de ciertos temas, de interés público.
Por último, políticos opositores a López Obrador me siguen comentando que no me entienden cuando digo que, “no logran entender cómo hacerle para comunicar de manera persuasiva y contrarrestar el modelo de comunicación de López Obrador”. La verdad es que siempre les respondo lo mismo: No es tan complicado.
Utilicen la Tercera Ley de Isaac Newton.
Ahí está una de varias claves.
* El autor es consultor, estudia la maestría en Comunicación, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.
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