21 de julio de 2020. En Morelia, Michoacán, como en otros lugares del país, salieron a manifestarse en caravana de vehículos en contra del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lo cual me parece motivo de análisis comunicacional.
El domingo 12 de julio, se consignó en algunos medios que se manifestaron unas 200 personas, con la idea de que López Obrador renuncie a su cargo de Presidente de México.
Con sinceridad, el Frente Nacional AntiAmlo (FRENAAA), me parece una iniciativa muy interesante, pero sin la fuerza debida, desde una perspectiva de comunicación. ¿Por qué lo digo?.
Dos argumentos:
Además, a la mayoría de los Partidos Políticos y de los gobernantes tradicionales, suele interesarles tener una sociedad “adormilada”, porque eso les permite perpetuarse en los cargos públicos sin la necesidad de sortear tanta presión social. Esto debe cambiar, y este tipo de presión ciudadana siempre será mejor que vivir en un democracia simulada.
Pienso que una estrategia de neurocomunicación y neuromarketing político, les puede ayudar a encuadrar el mensaje(s) que supongo, desean posicionar en la mente de las personas. El mensaje, debe ser uno que conecte con el cerebro de los que están en contra de Andrés Manuel López Obrador, salvo que los de este Frente AntiAmlo sean conscientes que solo conectarán con sus iguales y que por su cantidad, en las urnas no lograrán victorias formales.
¿Será difícil lograr esto? No. De hecho, me parece que ya lograron lo más difícil y con neuromarketing, podrían trazar una estrategia cuyo objetivo sea generar un “efecto gregario”, lo cual los convertiría en un movimiento aún más poderoso.
El Frente Nacional AntiAmlo, es una muy buena iniciativa ciudadana, que bien puede afinarse.
* El autor es consultor, estudia la maestría en Comunicación, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.
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